Las últimas décadas han supuesto una transformación sin precedentes en el sector odontológico. Conseguir entender este proceso se ha convertido en una necesidad estratégica para las clínicas dentales.
Así, hoy en día nos encontramos con una disciplina que, pese a ser muy especializada, tiene una vocación de servicio universal pero solo está al alcance de una pequeña parte de la población. Si a esto sumamos un mercado que es muy cambiante, es más que necesario que los propietarios de las clínicas dentales mantengan la mente abierta para ser capaces de detectar nuevas oportunidades que les permitan realizar acciones que aporten un valor añadido a sus pacientes.
Los cambios en los modelos de atención al paciente, la importante inversión en tecnología que asumen las clínicas y las nuevas formas de pago son el resto de factores de transformación del sector odontológico.
Tampoco podemos obviar que la formación académica a la que han accedido los profesionales de la salud bucodental no cubre todas los frentes a los que se enfrentan a la hora de gestionar su propio negocio, por lo que andar este camino en solitario se convierte en una difícil tarea. Es en este punto en el que la consultoría odontológica se convierte en una decisión estratégica.
Una clínica dental es un centro profesional complejo donde existen perfiles profesionales distintos, con diversos niveles formativos y que incluso tienen una relación laboral diferente con la propia clínica. Sin embargo, el buen funcionamiento de una clínica dental pasa obligatoriamente por que el personal de la misma actúe como un equipo unido y en perfecta sintonía.
La implementación de una consultoría en clínica dental no sirve para enseñar a las clínicas cómo afrontar todo esto, sino para acompañarlas, desarrollar a sus equipos y aportarles herramientas que les capaciten para gestionar el cambio.
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